Soy médica general graduada en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República Oriental del Uruguay. Desde niña, la ciencia y la investigación han guiado mi camino. El deseo de explorar y entender más a fondo los misterios de la biología se convirtieron en mi vocación. Nací en una familia donde la medicina era una constante—padres, tíos y luego hermanos, dedicados a la práctica médica—y esto, no hizo más que fortalecer mi inclinación hacia este campo.
Mi nombre es Carolina Crispino
EEUU
Mi formación académica se expandió en los Estados Unidos, donde residí durante 7 años, obteniendo conocimientos de nutrición en la Universidad de California, Berkeley, y luego, una Maestría en Salud Pública en la Universidad de Tennessee. Asimismo, trabajé como educadora en varias agencias en prevención de salud, desde programas de diabetes, tuberculosis, asma y cesación del tabaco.
Perú
Viví 6 años en Perú, donde me inmersé en el mundo de la medicina natural, siendo testigo del manejo de patologías médicas con esta herramienta, lo cual me cambió la perspectiva y me hizo seguir buscando respuestas. Así fue que conocí la medicina funcional, un enfoque de la medicina que trata de reequilibrar el organismo desde la raíz, utilizando recursos naturales, como el cambio de estilo de vida, el acercamiento a la naturaleza, la nutrición y si es necesario, suplementación.
Este balance es clave para mejorar la salud física y mental.
Enfoque médico y
filosofía
A nivel de la práctica médica, mi enfoque implica un profundo compromiso con la humanización de la atención. Esto significa ver al paciente como una persona única con necesidades específicas y no como un conjunto de síntomas o una enfermedad. El objetivo es ayudarlo a descubrir y tratar las causas fundamentales de sus problemas de salud, para poder trabajar en revertirlos.
Para esto, es necesario tener en cuenta que las enfermedades crónicas son impulsadas por desequilibrios en los sistemas del cuerpo, causados por deficiencias de algunos nutrientes esenciales, un estado de hidratación inadecuado, un ritmo circadiano alterado, la falta de movimiento o por el exceso de toxinas y estrés.
Entonces, trabajo junto con mis pacientes en mejorar su terreno, empezando por las células hasta lograr el equilibrio de todos los órganos y sistemas.
Tengo una meta clara en mi práctica médica: mejorar la calidad de vida de mis pacientes a través de un cuidado integral. Me esfuerzo por ofrecer tratamientos que no solo prolonguen la vida, sino que también la enriquezcan, permitiendo a cada individuo disfrutar de bienestar físico y emocional.